Sven, Olaf, Kristoff, Elsa y Ana, se enfrentarán juntos a un nuevo peligro contra el reino de Arrendel. Foto: Cortesía. |
Esa es la premisa de “Frozen II” ( 2019, Chris Buck y Jennifer Lee), cinta que llega a las pantallas este 22 de noviembre y que es secuela de la multireconocida “Frozen: una Aventura Congelada” (“Frozen”, 2013, Chris Buck y Jennifer Lee) sorprendió a las pantallas del mundo con sus canciones y una historia que, si bien se perfilaba con las anteriores princesas de Disney (más empoderamiento femenino, menos dependencia del príncipe) provocó que niñas, e incluso niños cantaran al mundo “Libre Soy” (“Let it Go”) en su version en inglés y le generó a los estudios una entrada de dinero millonaria.
Luego de seis años llega “Frozen II” y más que proponer un cambio, cómo se esperaba en el trailer, queda en lo mismo, una estructura similar a la de la primera cinta, con canciones muy similares e incluso en el mismo orden y en la que si un personaje se lleva el protagonismo, no es ninguna de las hermanas, ya no hablemos de Kristoff (Jonathan Geoff), sino que se lo lleva el muñeco de nieve Olaf (Josh Gad).
La cinta nos ubica en Arrendel, seis años después de la primera parte. El inicio de la película es un acercamiento a la infancia de Elsa (Idina Menzel), a quien su madre, la reina Idina (Evan Rachel Wood) le canta una nana tradicional, lo que nos prepara para lo que vendrá después.
Todo parece normal, Kristoff busca declararse a Ana (Kristen Bell), lo que da pie a algunas de las situaciones cómicas de la película, pero también coloca al joven en una posición más accesoria que relevante.
En medio de esta felicidad, Elsa escucha una voz que provoca que de nueva cuenta se descontrolen sus poderes y su reino se vea afectado. Esto da pie a la odisea que emprenden las dos hermanas, Kristoff, Olaf y el reno Sven, quienes tendrán que desentrañar los misterios de los cuatro elementos, fuego, aire, agua y tierra, que tienen que estar equilibrados por una quinta pieza (sí les suena a la cinta de “El Quinto Elemento”, de 1997, de Luc Besson no están locos).
Durante la película nos saturan de canciones, al igual que en la primera, obra de Kristen Anderson-Lopez, quien utiliza el mismo esquema de la anterior película. Así, hay una canción coral en Arrendel, la canción de Olaf, muy similar a la “Verano” de la primera cinta, y la “joya de la corona”, "Into the Unknown" ("Hacia lo Desconocido"), que es, al igual que "Libre Soy", el momento en el que Elsa se transforma.
Dentro de los números musicales hay uno que arranca la risa de los adultos y se llama "Lost in the Woods", que interpreta Weezer al final de la cinta y en el que Kristoff actúa como si se tratara de un vídeo romántico de los años 80.
En cuanto al peso cómico, éste se va todo sobre Olaf, quien en momentos de la película nos recuerda a C3-PO de "Star Wars", al ser el narrador oficial de las acciones. Por cierto, la escena post créditos, la protagoniza él.
En resumen, "Frozen II" es un intento de revivir el éxito de la primera parte, pero no aporta nada nuevo, salvo el origen mágico de Elsa, con lo que se resuelven las dudas surgidas en la primera parte.
3/5 jericallas
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