Huérfanos de Brooklyn: regreso al cine negro con toques de jazz

Alec Baldwin Es el antagonista de Edward. Orrin en esta cinta. Foto: Cortesía

La segunda incursión como director de Edward Norton, "Huérfanos de Brooklyn" ("Motherless Brooklyn", 2019) es una exploración que realiza el cineasta al género de detectives que estuvo tan de boga en los 30s y 40s aderezado con una banda sonora que lleva al espectador por diferentes estados de ánimo en espera de resolver el conflicto principal.
Basado en la novela de Jonathan Lethem de 1999, la cinta sigue a Lionel Essrog, un detective privado que sufre síndrome de Tourette, quien busca resolver el asesinato de su jefe y amigo, Frank Minna (Bruce Willis), debido a una investigación realizada.
Durante sus pesquisas, que involucran a Moses Randolph (Alex Baldwin), influyente político neoyorquino, cuyo pasado lo marca en su carrera política, Essrog conoce a Paul (Willem Dafoe), escritor hermano de Moses y a Laura Rose (Gugu Mbatha-Raw), quien sin saberlo está fuertemente involucrada con el corrupto funcionario.
La película nos remite, de inmediato, al Nueva York de la posguerra en el que el racismo y el poder se enfrentaban a la menor oportunidad y la vida nocturna se desarrollaba en los clubes nocturnos de Harlem.
Es esta particularidad de la ciudad la que da pie a la omnipresencia del jazz en la banda sonora, a cargo de Daniel Pemberton, y que además incluye la canción "Daily Battles", a cargo de Thom Yorke y Flea.
Entre los logros de la cinta es la conjunción de un gran elenco, encabezado por Norton, quien convence como el solitario detective, a quien su condición mental por el síndrome de Tourette, lo hace ser visto como un fenómeno, a pesar de su gran inteligencia. Esta labor de Norton recuerda un poco cuando apareció en "La Raíz del Miedo" ("Primal Fear", 1996, Gregory Hoblit) con Richard Gere.
Baldwin es odioso como el político corrupto y Dafoe recuerda un poco a su actuación como Van Gogh en "Van Gogh en la Puerta de la Eternidad" ("At Eternity's Gate", 2018, Julian Schnabel).
Willis por su parte aparece como Willis, un hombre rudo, de buen corazón, que aprovecha todo lo que tiene a su alcance para salir adelante.
La película llega a las pantallas mexicanas el 22 de noviembre y ofrece una alternativa a las cintas de acción y ritmo desenfrenado. Ésta es más pausada y con mucha síncopa, como el jazz.

⅘ jericallas



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