Una mujer con principios


Karina Hurtado y Azucena Evans narraron cómo  la vida de alguien cambia si no se deja llevar por las presiones. Foto: José Armando García.


Cierra ‘Mujer sin Vuitton en Cinco Huidas y una Lección’ la edición 5 del FET Galerías

Hay decisiones que cambian la vida de la gente. Por ejemplo, la de Luisa (Karina Hurtado).

Ella es una mujer de clase media, dominada por el heteropatriarcal, pero a la vez consciente de que el mundo debe cambiar con ella, por ella o a pesar de ella.

La vida le pone esa oportunidad a la vista cuando en su facultad se hace novia de Rogelio, un heredero de la clase política mexicana, con tendencias de izquierda a quien convence de que juntos podrán alcanzar el México que siempre soñaron.

Luisa se casa con él y lo apoya en su trayectoria a la cima, hasta que los políticos que los rodean determinan que ella, de clase media, tiene que obtener la clase que trae en la sangre, por lo que le envían una asesora que le pide, entre otras cosas, renovar su outfit para parecer una mujer producto de la clase política mexicana. Dicho guardarropa incluía comprar una bolsa Louis Vuitton de 100 mil pesos, la cual se ahorró.

Este momento, según lo narra la propia Luisa, acompañada por su conciencia (Azucena Evans), determinó la serie de cinco huidas que al final le dejan una lección muy valiosa que termina compartiendo en la obra, original de Jorge Fábregas, “Mujer sin Vuitton en Cinco Huidas y una Lección”, producción de Avión de Papel y dirigida por el galardonado recientemente con el Broadway World Award Mexico, Víctor Aceves.

La puesta en escena puso el broche de oro a la edición 5 del Festival de Teatro (FET) Galerías, que llegó a su fin tras ocho días en los que se presentaron 12 obras.

La narración que hace Luisa de su historia al lado de Rogelio nos muestra cómo nunca dejó de lado sus ideales, y aunque la vida soltó sus máquinas cerebrales (especialmente con lo relacionado a la depresión posparto que sufrió tras el nacimiento de su hijo Mateo), ella luchó de tal manera, que terminó imponiendo sus condiciones, no sólo a ella y su entorno, sino incluso con el público.

Al finalizar la obra, se hizo un recuento de lo que fue el FET, donde se resaltó que durante los ocho días de festival se recibieron a 6 mil 700 espectadores.

Hugo Vidal, director del FET, resaltó la importancia del teatro en la vida diaria y abogó porque haya más mujeres teatristas en próximos festivales.

“Vivimos en una era en que nuestras manos están pegadas a esto (un celular) y yo creo que hemos perdido la capacidad de observar, hemos perdido la capacidad de escuchar y de contemplar, el teatro es el catalizador perfecto para volver a empezar, es importante que regresemos al principio y que nos conectemos. En el teatro llegamos, nos sentamos y durante 60 o 90 minutos apagamos el celular y nos conectamos con nosotros mismos”, dijo Vidal en su discurso de clausura.

“Luego descubrimos que enfrente hay humanos, como nosotros que nos están contando una historia, su verdad o la verdad de alguien más, pero están vivos, están sintiendo y están vibrando, necesitamos conectarlos de nuevo. 

“Escritoras, productoras, actrices, creativas, las necesitamos acá arriba,  e estamos que nos cuenten sus historias, necesitamos que nos cuenten la vida como la ven sus ojos, las amamos mujeres”.


También, en el vídeo de resumen del festival se dejó abierta la posibilidad de la sexta edición, la cual ya se está esperando.

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